miércoles, 29 de octubre de 2008

Las medidas económicas del Gobierno central no son suficientes para paliar la situación grave que atraviesan las pymes

Aragón digital. 29/10/2008

Aurelio López de Hita encara su segundo mandato al frente de Cepyme con el apoyo unánime de los miembros de la organización empresarial. Por delante, tiene cuatro años en los que se presentarán mayores dificultades que en los anteriores debido a la crisis económica que afecta "directamente" a las pequeñas y medianas empresas.

Zaragoza.- El presidente de la Confederación Empresarial de la Pequeña y Mediana Empresa (Cepyme) está preocupado por la crisis económica actual y por su grave repercusión en las pequeñas y medianas empresas de Aragón. Una situación que, según López de Hita, requiere de medidas concretas, además de las ya adoptadas por el Gobierno central, y que éstas se apliquen pronto, antes de que “desaparezcan empresas y aumente el desempleo”. Por su parte, y en su último mandato al frente de Cepyme, potenciará la modernización de este organismo y la reivindicación empresarial de las pymes.

Pregunta.- En primer lugar felicitarle por su reelección como presidente de Cepyme. ¿Cuáles son las líneas de trabajo que ha impulsado hasta ahora y cuales van a centrar su trabajo en los próximos cuatro años?
Respuesta.- Gracias. Hemos adelantado las elecciones tres meses por la situación económica actual. Entendimos que había que renovar el Comité Ejecutivo porque se había cubierto ya una etapa, en la que nos hemos dedicado a mejorar la imagen, a reorganizar la estructura de Cepyme y adaptar sus servicios a las necesidades del momento.
En definitiva, reordenar una organización que ya cumple 30 años; un aniversario que ha coincidido con la situación económica actual que no es muy tranquilizadora. Al finalizar este mandato, el último, me gustaría dejar una organización empresarial potente, ágil, adaptada a las necesidades y cuyo objetivo fundamental fuese prestar servicios a las empresas. Sobre todo hacer de cauce reivindicativo de sus problemas y estar al quite de lo que les ocurre al 98% de las empresas de Aragón que son las pymes.
P.- ¿Cómo les está afectando la crisis?
R.- Muy gravemente. La pequeña empresa y el autónomo son los primeros que sufren las consecuencias de una alteración tan grave como la que hay en el aspecto financiero y económico. Les afecta gravemente porque los recursos de una microempresa son muy limitados y habitualmente depende de ese cordón umbilical que le está suministrando energía para el día a día y que son las cuentas de crédito, el descuento bancario y los pequeños préstamos, entre otros.
Por otro lado, les repercute la caída del consumo y la inseguridad que hay en cuanto a los cobros. En definitiva, están pasando una situación muy delicada y muy angustiosa. Calculamos que las consecuencias van a ser muy graves en pérdida de empleo y en desaparición de empresas.
P.- ¿Están notando un menor apoyo de las entidades financieras aragonesas a la hora de dar créditos?
R.- Sí, aunque hay de todo. Las entidades bancarias han restringido totalmente la concesión de créditos. Hay entidades que mantienen el tipo, otras que están intentando apoyar a sus clientes de toda la vida, y hay otras que están replegando velas y negando cualquier tipo de financiación.
P.- ¿A qué sectores afecta más la crisis?
R.- En un principio a la construcción que ha caído totalmente. No se venden pisos ni se comienzan nuevas construcciones, lo que afecta a muchos gremios como la pintura, fontanería, cristalería, entre otros, que dependen del ritmo de la construcción. Esta situación ha creado una psicosis gravísima de desconfianza y de miedo. De hecho, se da el caso de que las personas a las que no les está afectando directamente la crisis están adoptando medidas precavidas a la hora de comprar, consumir o invertir.
P.- ¿Qué le parecen las medidas económicas que ha adoptado el Gobierno central?
R.- Son necesarias y prueba de ello es que todos los gobiernos las están adoptando. De momento, intentan paliar la crisis financiera pero también hay que solucionar la crisis económica que es la que afecta a las empresas. Nosotros dudamos de que estas medidas sean suficientes para paliar el problema grave que están atravesando las pequeñas empresas y las familias.
P.- ¿Qué medidas habría que adoptar?
R.- En primer lugar, habría que recuperar la confianza y esto se hace cuando se aplican medidas que estabilicen el sistema facilitando el acceso al crédito y garantizando los depósitos bancarios. Lo fundamental es que llegue dinero para incentivar el consumo y para mantener el sistema productivo de las pymes.
Todo ello se debe aplicar con carácter de urgencia antes de que el sistema se resquebraje y antes de que hayan desaparecido, como nosotros prevemos, un 15% de las empresas. Lo que hay que hacer es incentivar la creación de nuevas empresas con nuevo optimismo y nuevas tecnologías. Cuanto más se demore en el tiempo, mayores pueden ser las consecuencias no deseables en cuanto a falta de competitividad y caída de consumo.
P.- Hace un mes se firmó el Aespa, ¿cómo va a ayudar este acuerdo a las pymes?
R.- Es un elemento positivo porque es un instrumento de diálogo y de negociación. Lleva años funcionando muy bien y hay que ponerle a prueba en momentos de crisis. La predisposición del Gobierno de Aragón, los sindicatos y las organizaciones empresariales son muy buenas.
El Aespa es un buen instrumento que contempla todas las posibilidades que afectan al sistema productivo. Otra cualidad importante es que todos nos hemos comprometido a que haya un seguimiento permanente y una negociación continua. Ahora hay que aplicarlo.
P.- Para ello, ¿qué actuaciones debería adoptar el Gobierno de Aragón?
R.- Lo primero, elaborar un diagnóstico claro, certero y rápido de cual es la situación y a qué sectores afecta y, en segundo lugar, tomar las medidas adecuadas para favorecer a cada uno de esos sectores.
El Ejecutivo Autonómico tiene un papel muy importante a la hora de minimizar, acelerar y facilitar los problemas que plantea el procedimiento administrativo. Además, tiene la obligación de poner sus recursos económicos a disposición de los sectores más perjudicados. Creo que lo va a hacer.
Por otra parte, las centrales sindicales están a disposición para tratar que la negociación sea exigente y fluida, y para que, en la medida de lo posible, los trabajdores se adapten a la situación económica.
Los empresarios son los que luchan para que su empresa subsista, lo cual no es fácil, porque a veces tienen que adoptar medidas dolorosas como un Expediente de Regulación de Empleo. Si todos estamos de acuerdo, Administración, centrales sindicales y organizaciones empresariales se podrán atenuar sus consecuencias.
P.- Cómo es esa colaboración y ese diálogo social en Aragón?
R.- El diálogo social hasta ahora ha sido fluido, constructivo y positivo y no tiene por qué dejar de serlo. El Gobierno de Aragón tiene medios y una facultad legislativa importante y lo que tiene que hacer es adoptar medidas objetivas y positivas. Los sindicatos están en buena línea y la patronal también.
Futuro
P.- ¿Cómo ve el futuro?, ¿cree que la economía se recuperará pronto?, ¿ha pasado lo peor o que todavía está por llegar?
R.- Lo veo complicado. Lo peor no ha llegado y la duración es imprevisible. Todavía está por ver que las medidas que se han adoptado, que son necesarias, favorezcan a las capas más bajas del sistema productivo, es decir a las pequeñas empresas, los autónomos y las familias.
Hay una crisis financiera a la que se está poniendo coto a base de inyectar dinero pero luego hace falta otras medidas que fomenten la liquidez y no aplicar criterios excesivamente restrictivos a la hora de apoyar a las pequeñas empresas.
P.- La Investigación, el Desarrollo y la Innovación es una asignatura pendiente para las pymes, ¿se va a potenciar?, ¿qué se va a hacer?
R.- La verdad es que se puede dedicar más tiempo y más recursos pero por parte de todos. El problema de la investigación es una tarea de todos, es decir, la Administración tiene que poner los medios suficientes; los empresarios deben aportar más y los sindicatos son conscientes de que cuanto más capacitado esté el trabajador mejores rendimientos se obtienen. La mejora de la calidad y la productividad se consigue invirtiendo más en Investigación, Desarrollo e Innovación.
P.- ¿Qué le parece la normativa europea de aumentar el horario laboral a 60 horas?
R.- No sería normal ni sensato llevarla a cabo porque no es por esa vía por la que se puede mejorar la productividad. Se puede estar más tiempo en el trabajo y no rendir absolutamente nada. Tiene que haber una negociación flexible y que cada empresa adecue sus estructuras para aumentar la productividad pero, a mi entender, incrementar las horas no es el camino adecuado.

No hay comentarios: