13/02/2011
Más de 3.000 empresas cerraron en 2010 y llevaron al paro a miles de empleados. La patronal afirma que el problema "se ha agravado" desde el inicio de la crisis.
Las empresas son las grandes generadoras de empleo, pero sin crédito no hay empresas, y sin empresas el paro sube. Este es el círculo vicioso en el que ha entrado la economía española, cuyos efectos llegan a miles de pymes y trabajadores aragoneses. El presidente de Cepyme Aragón, Aurelio López de Hita es rotundo al afirmar que en el 2010 "entre 3.000 y 5.000 pequeñas empresas han echado el cierre en la comunidad". Es más, sostiene que una buena parte de los más de 100.000 parados que hay en Aragón procede de pymes que no han soportado más la crisis. "Es un goteo silencioso, día a día", apunta López de Hita.
Buena parte de la responsabilidad de este problema, según el líder de la patronal, lo tienen las entidades financieras. "Hay miles de pymes que ya no tienen pulso ante un problema de falta de liquidez, pero la última palabra la tiene la banca", añade.
Un dato revelador de la dificultad para acceder al crédito lo revela el Índice de Confianza Empresarial (ICE), elaborado por las Cámaras de Comercio. Así, mientras en el 2007 el 8% de las pymes aragonesas veían la falta de financiación como el mayor problema para su supervivencia, en la última encuesta elaborada el dato se eleva al 32%. Es decir, desde el inicio de la crisis los problemas de acceso a un crédito se han multiplicado por cuatro en Aragón.
El presidente de la Confederación de Empresarios de Aragón (CREA), Jesús Morte, es tajante: "Hoy, la mayor parte de los proyectos de pymes están abocados al fracaso, porque no hay dinero para financiación de nuevos proyectos o refinanciación de los ya existentes". E insiste en la necesidad de que la banca tenga como filosofía la de "financiar proyectos empresariales que creen riqueza y generen empleo". Algo que hoy ocurre menos que nunca. No obstante, reconoce que las presiones que sufre el sector financiero, al que se le pide cada vez mayor solvencia, son muy elevadas, por lo que "la crisis también afecta a cajas y bancos".
Tanto Morte como López de Hita están acostumbrados a recibir a empresarios que están asfixiados por la falta de crédito. El presidente de Cepyme reconoce que "mi despacho se ha convertido en un confesionario. Todo el mundo trata de sobrevivir y hay gente que ha entregado ya su dinero, sus propiedades y todo lo que tienen para salvar la empresa", concluye Lopez de Hita.
Las empresas son las grandes generadoras de empleo, pero sin crédito no hay empresas, y sin empresas el paro sube. Este es el círculo vicioso en el que ha entrado la economía española, cuyos efectos llegan a miles de pymes y trabajadores aragoneses. El presidente de Cepyme Aragón, Aurelio López de Hita es rotundo al afirmar que en el 2010 "entre 3.000 y 5.000 pequeñas empresas han echado el cierre en la comunidad". Es más, sostiene que una buena parte de los más de 100.000 parados que hay en Aragón procede de pymes que no han soportado más la crisis. "Es un goteo silencioso, día a día", apunta López de Hita.
Buena parte de la responsabilidad de este problema, según el líder de la patronal, lo tienen las entidades financieras. "Hay miles de pymes que ya no tienen pulso ante un problema de falta de liquidez, pero la última palabra la tiene la banca", añade.
Un dato revelador de la dificultad para acceder al crédito lo revela el Índice de Confianza Empresarial (ICE), elaborado por las Cámaras de Comercio. Así, mientras en el 2007 el 8% de las pymes aragonesas veían la falta de financiación como el mayor problema para su supervivencia, en la última encuesta elaborada el dato se eleva al 32%. Es decir, desde el inicio de la crisis los problemas de acceso a un crédito se han multiplicado por cuatro en Aragón.
El presidente de la Confederación de Empresarios de Aragón (CREA), Jesús Morte, es tajante: "Hoy, la mayor parte de los proyectos de pymes están abocados al fracaso, porque no hay dinero para financiación de nuevos proyectos o refinanciación de los ya existentes". E insiste en la necesidad de que la banca tenga como filosofía la de "financiar proyectos empresariales que creen riqueza y generen empleo". Algo que hoy ocurre menos que nunca. No obstante, reconoce que las presiones que sufre el sector financiero, al que se le pide cada vez mayor solvencia, son muy elevadas, por lo que "la crisis también afecta a cajas y bancos".
Tanto Morte como López de Hita están acostumbrados a recibir a empresarios que están asfixiados por la falta de crédito. El presidente de Cepyme reconoce que "mi despacho se ha convertido en un confesionario. Todo el mundo trata de sobrevivir y hay gente que ha entregado ya su dinero, sus propiedades y todo lo que tienen para salvar la empresa", concluye Lopez de Hita.
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