viernes, 13 de abril de 2012

La reforma laboral no sirve de nada si no va acompañada de otras medidas"

Aragón Digital
13/04/2012

Aurelio López de Hita es el presidente de la Confederación de Pequeños Empresarios de Aragón, Cepyme Aragón. Representa a alrededor del 80% del tejido empresarial aragonés. Unas compañías que, por sus condiciones, sufren especialmente la crisis. Por ello, reivindica medidas que ayuden a los pequeños empresarios a salir de esta situación.


Si alguien está sufriendo de manera realmente grave las consecuencias de esta crisis son los pequeños y medianos empresarios, un colectivo que supone en torno al 90% del tejido industrial de la Comunidad Autónoma. Y la sufren hasta el punto de que es muy difícil, casi imposible, cuantificar el número de pymes y micropymes que esta crisis se ha llevado por delante.

La reivindicación del papel de este tipo de empresas, así como de la mejora de sus condiciones y de medidas que impulsen su actividad, es uno de los primeros y principales objetivos de la Confederación de la Pequeña y Mediana Empresa (Cepyme) que en Aragón preside Aurelio López de Hita.

López de Hita considera que la salida de la crisis se producirá hacia una situación mejor, pero no se aventura a dar plazos. Reivindica el papel esencial del pequeño empresario como creador de empleo y pide que no se le demonice. Asimismo, se muestra partidario de las medidas planteadas por el Ejecutivo de Rajoy en materia laboral, aunque sostiene que son necesarias actuaciones en otros ámbitos como el fiscal o el económico.

Pregunta.- ¿Vamos a salir de esta crisis? ¿Cómo y cuándo?
Respuesta.- De todas las situaciones se sale porque hay una evolución permanente. La actual desembocará en un panorama distinto que, por lógica, tiene que ser mejor pero no sabemos a qué plazo.

P.- Lo complicado, pues, es establecer plazos…
R.- Sí, porque influyen muchos factores. No sólo la economía interior. Hay cuestiones de tipo exterior, sociales, educativas, de investigación… Es muy arriesgado hacer previsiones. Máxime cuando se han hecho y han fallado todas.

P.- ¿Se irá a una situación mejor o a una situación distinta?
R.- Lo deseable es que la situación evolucione a mejor después de atravesar una época realmente dura que puede durar un año, dos, tres… Tras ese tiempo, quizá algún parámetro se deteriore, pero lo normal es que evolucionemos hacia una mejor situación.


P.- ¿Cómo ha evolucionado el número de empresas asociadas a Cepyme?
R.- Cepyme es una confederación empresarial que aglutina a unas 240 asociaciones de pequeñas y medianas empresas de las tres provincias. Es muy difícil determinar el número de empresas existentes debido a la mortandad de los dos últimos años. Además, hay muchas empresas y autónomos que no han desaparecido pero no tienen actividad.

P.- ¿Qué servicios ofrecen? ¿Han tenido que dejar de ofrecer alguno de ellos?
R.- La principal labor de una asociación empresarial es la de representación y reivindicación. No obstante, también prestamos determinados servicios de asesoría o información sobre la labor de la pyme. Hemos tenido que prescindir de algunas iniciativas como la publicación de una revista mensual. En cuanto a los servicios esenciales para la actividad de las empresas, no hemos dejado de prestar ninguno, pero hemos tenido que reestructurarnos para que los costes sean menores.

P.- La formación es otro de los ejes fundamentales de la actividad de Cepyme-Aragón. ¿Cree que la formación continua está supliendo carencias de otros sistemas o considera que los planes de formación son adecuados?
R.- La respuesta a esa pregunta es muy compleja. Formación va desde la guardería hasta la formación de cualquier empleado o técnico. Lo que sí que reconoce cualquier profesional es que llegamos a cualquier nivel sin la capacitación suficiente adquirida en el nivel anterior. Pero esto no se improvisa.
Independientemente de la capacidad técnica, es necesario recuperar una serie de valores que mejoren el mundo de la producción: la puntualidad, el orden, el gusto por lo bien hecho, el afán de superación… Todo aquello que haga que la persona a lo largo de su vida vaya enriqueciendo sus conocimientos, vaya mejorando sus capacidades y sea más productiva y más exigente.
Tenemos que mejorar nuestro nivel. Eso lo demuestra el Plan Bolonia y cualquier confrontación con otros países. No se trata de trabajar más horas, sino de trabajarlas mejor.

P.- ¿Con qué problemas acuden los empresarios a la confederación? ¿Son los mismos que los de las grandes empresas?
R.- En primera instancia el pequeño empresario acude a su asociación sectorial o territorial y, posteriormente, por elevación, a los servicios que ofrece Cepyme. Los más demandados son los que se derivan de la situación de angustia en la que se ven los empresarios que tienen que cerrar su empresa después de diez, veinte o cuarenta años de actividad. Acuden en demanda de información acerca de la problemática laboral, de la falta de financiación… En definitiva, de todo aquello que supone el drama de cerrar una empresa.
Los problemas de los pequeños empresarios no son los mismos que los de las grandes empresas. En cuanto a las grandes empresas hay que decir que son las causantes involuntarias de alguna parte de los problemas de las pequeñas empresas. La propia dinámica de la gran empresa hace que la pequeña se vea arrastrada por las circunstancias de las grandes. Cuando una gran empresa tiene problemas, se deslocaliza, reduce personal de manera importante o recurre a la opción de “atornillar” a sus proveedores para que reduzcan márgenes, hasta que se hacen inviables.

P.- ¿Cómo es la relación con la patronal de la gran empresa?
R.- La relación es buena porque tenemos ámbitos de actuación perfectamente diferenciados. Crea desarrolla su actividad de manera territorial y Cepyme se dedica con más intensidad a la actividad de las asociaciones sectoriales.

P.- ¿Y con los sindicatos? ¿Tan difícil es alcanzar acuerdos?
R.- Ha habido problemas a nivel nacional y realmente sí que hubo acuerdos entre patronal y sindicatos que no fueron suficientes y por ello el Gobierno ha entrado a legislar en la materia y a nivel regional llevamos muchos años dando pruebas de que hay un buen diálogo y capacidad de llegar a acuerdos. Las relaciones son respetuosas y fluidas aún reconociendo que nos movemos en ámbitos diferentes. Llevamos muchos años negociando y tenemos que seguir por ese camino.

P.- ¿Es necesario reivindicar la figura del empresario? ¿Sufre descrédito?
R.- Yo no creo que tenga descrédito. Sí que hay momentos puntuales en los que se pretende demonizar al empresario como causante de algunas situaciones, pero siempre hay que excluir al pequeño empresario. Normalmente el pequeño empresario es un trabajador que ha prosperado, ha creado su propia empresa y ésta se ha convertido en un núcleo de creación de empleo.
El empresario no está desprestigiado. Sí que hay actuaciones, más en el ámbito de la gran empresa, que no son deseables, pero eso pasa en todos los círculos sociales.

P.- ¿Cómo valora la reforma laboral?
R.- La reforma laboral era necesaria. Hace muchos años que se debería haber afrontado de manera paulatina la adaptación de nuestra legislación laboral al resto de Europa. Respetando los derechos adquiridos, se deberían haber adoptado cauces de flexibilidad que no se han tomado hasta este momento. Ahora se han tomado medidas de manera drástica.
Es necesaria una labor pedagógica para explicar realmente en qué consiste de cara al futuro, haciendo hincapié en que los derechos adquiridos se están respetando.
Cuando un país tiene cinco millones de parados, un 50% de paro juvenil y pierde 500.000 empresas, es necesaria una reforma laboral, pero por sí sola no es suficiente. Hacen falta medidas tan duras o más que la reforma laboral, pero que afecten a otros sectores.
Desde el punto de vista empresarial, la reforma no sirve de nada si no va acompañada de otras medidas como la solución a los problemas de morosidad o de falta de crédito.

P.- ¿Esta reforma desequilibra las relaciones empresario – trabajador? ¿Se va a escuchar a los trabajadores o se va a aplicar la reforma en toda su dureza?
R.- Ahora hay un período de diálogo y negociación en el que yo desearía que se impusiera la cordura. No hay que convertirla en una confrontación política. Es necesaria una labor pedagógica y una labor de control para que no haya abusos ni desviaciones indeseadas. Puede haberlas, porque este el momento más delicado para aplicar una reforma laboral ya que cuando el empleo está cayendo, se puede dar pie a la suspicacia y que alguien aproveche la reforma para destruir empleo.
Ya se ha destruido mucho empleo. Pensar que la reforma laboral va a servir para crear más desempleo es anticiparse a los acontecimientos. La prioridad no es pensar cómo se va a despedir sino crear las condiciones adecuadas para contratar.

P.- El período de prueba de un año tras el cual se pueda despedir a un trabajador es una de las cláusulas más polémicas ¿Cómo la ven?
R.- Es un punto delicado como otros. Vamos a intentar hacer una lectura positiva. Si alguien necesita cubrir un puesto de trabajo, se le dan facilidades para que lo cubra y ese puesto de trabajo funciona satisfactoriamente por ambas partes, no quiero pensar que la preocupación del empresario es despedir a ese trabajador.
Vaticinar lo que pueda pasar dentro de un año es complicado, pero ojalá la demanda de puestos de trabajo en un año sea tal que esto pase a segundo plano.
Yo no me atrevo a calificar esto de anécdota, pero en España estamos muy acostumbrados a perder tiempo en discutir lo secundario cuando lo principal es que se recupere la actividad productiva. Una vez que se recupere, habrá que ver las soluciones.
P.- ¿España puede llegar a copiar a Alemania en materia de industria?
R.- Es complicado porque no sólo hay que copiar a estos países en un aspecto sino en todos. Habría que empezar por adaptar el sistema educativo, los planes de formación, las relaciones laborales… Pero no podemos descuidar ni nuestra investigación, ni nuestra competitividad… Decir que vamos a copiar a Alemania y Luxemburgo en un aspecto determinado es la anécdota. Lo fundamental sería intentar mejorar un poco las circunstancias de nuestro campo productivo, que son bastante deficitarias, sin perder nuestras peculiaridades.

P.- Desde Cepyme se presento el documento Legislatura Pyme ¿Cómo está funcionando su aplicación?
R.- La aplicación es lenta y los resultados aún no están a la vista. Negro sobre blanco se puede pergeñar cualquier cosa, pero su aplicación es muy complicada en lo económico y bancario.
Lo que un Gobierno no puede hacer es legislar sin tener en cuenta los sectores a los que afecta esa legislación. La acogida ha sido buena porque así tenía que ser y el diálogo debe ser permanente.

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