El Periódico de Aragón
29/07/2010
El 77% de las empresas cree que la recesión durará entre uno y dos años más. Una de cada cuatro firmas dice necesitar financiación y no la consigue.
La crisis va para largo según las empresas del Metal de Aragón. El 77,5% cree que la coyuntura económica adversa aún durará, al menos, entre uno y dos años más, mientras que la demanda interna y las exportaciones no crecerán en lo que resta del 2010. Así se desprende del Informe de Percepción Industrial de Aragón (IPIA) del sector presentado ayer y que arroja un valor negativo de -18,4, situándose en niveles del primer semestre del 2008. Desde entonces, el Metal aragonés ha perdido 14.000 empleos y el ajuste no se da por terminado, si bien el 80% de las compañías prevé mantener sus plantillas en los próximos seis meses.
El estudio, realizado a partir de encuestas a 200 empresas del Metal por parte de la consultora Append, muestra una fuerte caída de la demanda en el primer semestre del año y una débil cartera de pedidos que sigue arrastrando negativamente a las ventas, aunque es destacable que los pedidos del exterior "están tirando del sector" y que la capacidad de producción evidencia signos de recuperación. El aumento considerable del coste de las materias primas es otro de los datos relevantes, ya que casi se han triplicado, aunque los de la mano de obra se han mantenido estables, mientras que casi la mitad de las empresas se ha visto obligada a bajar precios.
El secretario general de la Federación de Empresarios del Metal de Zaragoza (FEMZ), Rafael Zapatero, señaló que la necesidad de financiación de las empresas ha disminuido y un 75% de ellas la sitúa en "baja o muy baja", aunque alertó de que un 25% considera esas necesidades "altas o muy altas", lo que a su juicio es "muy preocupante" porque "las están pasando moradas". En este sentido, el presidente de la FEMZ, Javier Ferrer, calificó como una "magnífica idea" la realización de los tests de resistencia a las entidades bancarias, ya que sus buenos resultados hacen presagiar "mejoras en la agilidad y el precio de la financiación", así como en la "imagen exterior" de España, que necesita generar mayor confianza en los mercados internacionales.
29/07/2010
El 77% de las empresas cree que la recesión durará entre uno y dos años más. Una de cada cuatro firmas dice necesitar financiación y no la consigue.
La crisis va para largo según las empresas del Metal de Aragón. El 77,5% cree que la coyuntura económica adversa aún durará, al menos, entre uno y dos años más, mientras que la demanda interna y las exportaciones no crecerán en lo que resta del 2010. Así se desprende del Informe de Percepción Industrial de Aragón (IPIA) del sector presentado ayer y que arroja un valor negativo de -18,4, situándose en niveles del primer semestre del 2008. Desde entonces, el Metal aragonés ha perdido 14.000 empleos y el ajuste no se da por terminado, si bien el 80% de las compañías prevé mantener sus plantillas en los próximos seis meses.
El estudio, realizado a partir de encuestas a 200 empresas del Metal por parte de la consultora Append, muestra una fuerte caída de la demanda en el primer semestre del año y una débil cartera de pedidos que sigue arrastrando negativamente a las ventas, aunque es destacable que los pedidos del exterior "están tirando del sector" y que la capacidad de producción evidencia signos de recuperación. El aumento considerable del coste de las materias primas es otro de los datos relevantes, ya que casi se han triplicado, aunque los de la mano de obra se han mantenido estables, mientras que casi la mitad de las empresas se ha visto obligada a bajar precios.
El secretario general de la Federación de Empresarios del Metal de Zaragoza (FEMZ), Rafael Zapatero, señaló que la necesidad de financiación de las empresas ha disminuido y un 75% de ellas la sitúa en "baja o muy baja", aunque alertó de que un 25% considera esas necesidades "altas o muy altas", lo que a su juicio es "muy preocupante" porque "las están pasando moradas". En este sentido, el presidente de la FEMZ, Javier Ferrer, calificó como una "magnífica idea" la realización de los tests de resistencia a las entidades bancarias, ya que sus buenos resultados hacen presagiar "mejoras en la agilidad y el precio de la financiación", así como en la "imagen exterior" de España, que necesita generar mayor confianza en los mercados internacionales.
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