17/06/2010
Apenas nadie aplaudió la reforma en Aragón. Para unos es excesiva y para otros se ha quedado corta.
Pocos son los que creen en Aragón que la reforma laboral servirá para dinamizar el mercado laboral. Tan solo las opiniones del consejero de Industria, Arturo Aliaga, y del presidente de la Cámara de Comercio e Industria de Zaragoza, Manuel Teruel, pusieron la nota 'positiva' a las interpretaciones. Para ambos, "era necesaria para eliminar la rigidez" del mercado de trabajo. Mientras Aliaga defendía que "hay que ser valientes y si el mercado laboral exige reformas, hay que hacerlas", Teruel insistía en que había que fomentar los contratos indefinidos y que el resto de claúsulas tengan topes "como los de los países europeos".
En el lado sindical, las manifestaciones fueron más duras. Para el secretario general de CC. OO. Aragón, Julián Buey, "el decreto empeora la primera propuesta".
Inquietud
Buey lamentó que la norma prima la contratación laboral, facilita el despido y "genera inquietud en cuanto a la validez de la negociación de los convenios colectivos". Y lo que es peor, el líder de CC. OO. en la comunidad teme que la tramitación parlamentaria todavía la empeore más. "No es una buena noticia ni para los desempleados ni para los que tienen empleo", criticó el responsable del sindicato OSTA, José Antonio González, para quien la reforma supone una pérdida de derecho "tanto para los trabajadores actuales como para las generaciones futuras". Para González es "gravísimo" que esta reforma "vulnere la negociación colectiva".
Los empresarios esperaban más. Así lo aseguró el presidente de Cepyme-Aragón, Aurelio López de Hita, que insistió en que no confía en que la reforma sea una solución para las pymes y deseó que la tramitación parlamentaria "sirva para introducir modificaciones". Los jóvenes empresarios, en voz de su presidenta, Pilar Andrade, calificaron la norma de "parche" y lamentaron que la reforma no se haya consensuado en el marco del diálogo social.
Pocos son los que creen en Aragón que la reforma laboral servirá para dinamizar el mercado laboral. Tan solo las opiniones del consejero de Industria, Arturo Aliaga, y del presidente de la Cámara de Comercio e Industria de Zaragoza, Manuel Teruel, pusieron la nota 'positiva' a las interpretaciones. Para ambos, "era necesaria para eliminar la rigidez" del mercado de trabajo. Mientras Aliaga defendía que "hay que ser valientes y si el mercado laboral exige reformas, hay que hacerlas", Teruel insistía en que había que fomentar los contratos indefinidos y que el resto de claúsulas tengan topes "como los de los países europeos".
En el lado sindical, las manifestaciones fueron más duras. Para el secretario general de CC. OO. Aragón, Julián Buey, "el decreto empeora la primera propuesta".
Inquietud
Buey lamentó que la norma prima la contratación laboral, facilita el despido y "genera inquietud en cuanto a la validez de la negociación de los convenios colectivos". Y lo que es peor, el líder de CC. OO. en la comunidad teme que la tramitación parlamentaria todavía la empeore más. "No es una buena noticia ni para los desempleados ni para los que tienen empleo", criticó el responsable del sindicato OSTA, José Antonio González, para quien la reforma supone una pérdida de derecho "tanto para los trabajadores actuales como para las generaciones futuras". Para González es "gravísimo" que esta reforma "vulnere la negociación colectiva".
Los empresarios esperaban más. Así lo aseguró el presidente de Cepyme-Aragón, Aurelio López de Hita, que insistió en que no confía en que la reforma sea una solución para las pymes y deseó que la tramitación parlamentaria "sirva para introducir modificaciones". Los jóvenes empresarios, en voz de su presidenta, Pilar Andrade, calificaron la norma de "parche" y lamentaron que la reforma no se haya consensuado en el marco del diálogo social.
No hay comentarios:
Publicar un comentario