Heraldo de Aragón
15/07/2009
En triste consonancia con la situación general de la economía, el metal atraviesa en nuestra comunidad por las circunstancias más críticas que se han registrado en mucho tiempo. Así lo indican los datos del Índice de Percepción Industrial que ayer presentó la patronal de este sector, cuyas dificultades son especialmente preocupantes pues es uno de los principales puntales de la industria en Aragón. La fortísima caída de la demanda durante el primer semestre de 2009, continuación de la ya importante ocurrida en el segundo de 2008, ha creado una notable sobrecapacidad productiva y ha obligado a muchas empresas a reducir sus plantillas. Y, lo que posiblemente es más grave de cara al futuro, ha paralizado las inversiones. Sobre este panorama negativo, que indudablemente dificulta las negociaciones laborales en curso, destaca además la percepción de los empresarios sobre la actuación de la Administración y del sistema financiero. Una considerable mayoría considera que las entidades financieras no facilitan el crédito y que desde el Gobierno no se están adoptando las medidas adecuadas frente a la crisis. Críticas que deberían tenerse muy en cuenta. El único elemento relativamente positivo es que las expectativas empresariales para los próximos meses expresan la confianza en que si bien la situación no comenzará todavía a mejorar, al menos no seguirá empeorando.
15/07/2009
En triste consonancia con la situación general de la economía, el metal atraviesa en nuestra comunidad por las circunstancias más críticas que se han registrado en mucho tiempo. Así lo indican los datos del Índice de Percepción Industrial que ayer presentó la patronal de este sector, cuyas dificultades son especialmente preocupantes pues es uno de los principales puntales de la industria en Aragón. La fortísima caída de la demanda durante el primer semestre de 2009, continuación de la ya importante ocurrida en el segundo de 2008, ha creado una notable sobrecapacidad productiva y ha obligado a muchas empresas a reducir sus plantillas. Y, lo que posiblemente es más grave de cara al futuro, ha paralizado las inversiones. Sobre este panorama negativo, que indudablemente dificulta las negociaciones laborales en curso, destaca además la percepción de los empresarios sobre la actuación de la Administración y del sistema financiero. Una considerable mayoría considera que las entidades financieras no facilitan el crédito y que desde el Gobierno no se están adoptando las medidas adecuadas frente a la crisis. Críticas que deberían tenerse muy en cuenta. El único elemento relativamente positivo es que las expectativas empresariales para los próximos meses expresan la confianza en que si bien la situación no comenzará todavía a mejorar, al menos no seguirá empeorando.
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