lunes, 20 de julio de 2009

La crisis multiplica el trabajo en el SAMA, que atendió hasta junio casi el doble de conflictos

Heraldo de Aragón
20/07/2009

Si hasta junio del año pasado, el Servicio Aragonés de Mediación y Arbitraje (SAMA) recibió 2.666 solicitudes de ayuda, en el mismo periodo de este año alcanzan ya las 4.011, es decir, la cantidad de trabajo casi se ha duplicado. "Las cifras son un espejo de la realidad. La actividad en el SAMA es un reflejo de lo que está ocurriendo y del incremento de la conflictividad laboral debido a la crisis", explica Antonio Hinojal, director de Relaciones Laborales de Cepyme y miembro del patronato del SAMA, del que también forman parte representantes de CREA, UGT y CC. OO.

Son las mediaciones individuales, en el 77% de los casos por despido, las que en mayor medida afronta el SAMA, que también se ocupa de los conflictos colectivos en las empresas. En lo que va de año, las 12 personas que trabajan en este organismo han tenido que lidiar con 3.919 expedientes individuales y 92 colectivos, si bien son éstos últimos los que más trabajo representan. "Suponen un esfuerzo gigantesco de horas y horas de negociación y en algunos casos el desenlace es frustrante si no se logra el acercamiento entre las partes, pero en la mayoría de los casos al final se impone el acuerdo", según el director del departamento de estudios de la CREA, José María García, que asegura que al SAMA llegan conflictos de todos los sectores económicos, tanto de la industria como de los servicios, aunque el año pasado fueron más los de la construcción, ya que entonces era el más golpeado por la crisis.

A su juicio, la conflictividad laboral, lejos de retraerse, seguirá in crescendo en el segundo semestre de este año: "La situación económica va a ir a peor aunque quizá el deterioro y la pérdida de empleo no avance tan rápidamente como en los últimos meses". Por eso, considera "inevitable" dotar de mayores recursos tanto económicos como de personal a este servicio que ha demostrado a lo largo de sus 11 años de funcionamiento, desde noviembre de 1998 en que se creó en Aragón, ser "una herramienta muy útil para moderar los efectos perniciosos de los conflictos laborales y sobre todo para que no se enquisten".

En este sentido, Antonio Hinojal recuerda el enorme ahorro que para la Administración de Justicia representa la actividad del SAMA: "Su trabajo evita que se judicialicen los temas, dando una salida rápida a multitud de conflictos o impidiendo que las huelgas se eternicen o que todos los despidos acaben en los juzgados".

Por eso, es partidario de "incrementar razonablemente el presupuesto de este servicio en función de los buenos resultados que está dando ya que aproximadamente en un 70% de los casos el SAMA consigue el acuerdo entre las partes". Incluso en comunidades uniprovinciales, asegura el director de relaciones laborales de Cepyme, disponen de un presupuesto mucho mayor al que este servicio tiene en Aragón y que ronda los 800.000 euros al año. Además, comparte la opinión de José María García de que todavía no se ve ninguna luz que conduzca a la salida de la crisis y que probablemente a la vuelta del verano, lo que ahora son expedientes de suspensión temporal en muchas empresas puedan tranformarse en ERE de extinción: "Si la situación no mejora y no parece que vaya a ser el caso, al final los empresarios se ven obligados a tomar soluciones más drásticas", advierte.

Causas de la conflictividad

Por eso, la labor del SAMA resultará cada vez más imprescindible. Hasta junio de este año, los 3.919 expedientes individuales presentados por todos los conceptos el SAMA ha resuelto con éxito el 65%, mientras queel 35% no pudo acabar en acuerdo. En el 77% de los casos fueron los despidos y sobre todo los objetivos, en 1.224 procedimientos, los que han centrado la mediación del SAMA, seguidos de 790 rescisiones de contrato por motivos disciplinarios y 395 expedientes motivados por las finalizaciones de contrato.

En el caso de los procedimientos de carácter colectivo, el SAMA ha intervenido principalmente un 61% en conflictos colectivos motivados por cuestiones de jornada y flexibilidad laboral así como por pretensiones económicas o salariales. El bloqueo en la negociación colectiva ha representado también un 12,10% de los casos en los que ha trabajado el SAMA mientras que la mediación en los expedientes de regulación de empleo (ERE) ha supuesto solo un 4,8% de la actividad.

Recientemente, en 2008, el Servicio Aragonés de Mediación y Arbitraje amplió su campo de actuación al incorporar también la atención a la resolución de conflictos protagonizados por trabajadores autónomos dependientes.

"El SAMA está haciendo muy buena labor para capear la crisis", reconoce Raúl Machín, secretario de Política Sindical y Empleo de UGT, que pone como ejemplos los conflictos en Saica, "en el que este servicio ha sentado las bases para posibilitar el acuerdo o Tudor, en que el papel del SAMA fue clave para desconvocar la huelga convocada por el comité".

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